El ser humano tiene frecuencias vibratorias, nuestros centro energéticos o chakras son los que mantienen en funcionamiento las vibraciones, los tres inferiores nos ligan a la tierra, los tres superiores nos unen al Cósmos o Universo, hay uno que es el que mantiene el equilibrio o el desequilibrio, y es el chakra de las emociones o del corazón.
Las emociones son diversas, desde su más alto vibrato que es el amor universal, atraviesan una serie de otros estados hasta que convergen en la más baja que es la ira-odio.
Estamos en un tiempo de cambios, cierto y quizás sea hoy el momento de ver más presentes las vibraciones extremas, los movimientos mundiales proclaman la libertad para quedar más atrapados en sus iras, si todo lo moviesen desde el Amor la fisonomía de nuestro planeta cambiaría a una gran sonrisa.
No son las religiones las llamadas a poner armonía, ni las creencias en prototipos ideológicos políticos, tampoco es la mal encausada anarquía porque luego del caos ¿qué nos queda sino destrucción y desorden?
Es el tiempo de unirse en una idea de clara consciencia del: Yo soy y Yo soy libre, en tanto y cuanto tengo respeto por el ser de los demás y su libertad.
Retomando el nivel vibracional es necesario saber que hay un pulso cósmico que viene desde el centro de nuestra galaxia y le da el tono a los soles de los diversos sistemas y estos a su vez a los planetas que giran a su alrededor. Las energías vibracionales son de corte masculino y femenino, el ying y el yang de los orientales. La tierra posee cuadrículas magnéticas cuyos vórtices pueden ser potenciados con elementos que sean de uno u otro género, se dice que los obeliscos y las cúpulas son en sí masculino y femenino respectivamente, y hay ciudades que se construyen en forma geométrica para potenciar ciertos puntos estratégicos. Entre ellas Washington y leía, no hace mucho, un interesante estudio de una amigo en Face que decía que La Plata estaba diseñada siguiendo la simbología de los masones.
Podemos colegir aquí que podemos hacer algo por nuestro planeta y por cada uno de nosotros, con o sin simbolismos solo entendiendo que el miedo es una longitud de onda vibracional larga y lenta, es la que han aprovechado diversas instituciones o formas de gobierno para mantener subyugados a los humanos, y que el amor es una onda vibracional corta y rápida a la que hay que mantener siempre activa.
El miedo engendra resentimientos, los resentimientos iras y la ira odio. Se ve en varias partes tal cadena.
El amor genera comprensión, la comprensión consciencia y la consciencia la llave para trasponer los umbrales que se están abriendo en esta etapa cíclica de nuestro planeta, donde el tiempo debe ser otra cadena que se rompe para ser integralmente Libres.
Vamos entonces a desarrollar la energía del Amor y así liberar nuestra consciencia.
Namaste
PES
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