Muchos se quejan que por más que decretan no
llegan a obtener lo que anhelan, y eso solo se debe a que no preservan las
reglas básicas de un decreto que se hará realidad.
Hay varias según quien las plantee.
Rescatemos las tres básicas:
SENTIR lo que decreto, casi siempre cuando
hacemos los decretos, nos olvidamos del sentimiento, y entonces es imposible
precipitar el hecho hacia nuestra vida.
PENSAR, ¿cómo te sientes con lo que decretas? ¿Te
sientes vibrando en esa armonía con felicidad? ¿Crees lo que pides?
MANIFIESTA en voz alta al menos una vez al día tu
decreto.
No se puede decretar por ejemplo “soy millonario”
si no tienes más que pelusas en el bolsillo.
En cambio puedes afirmar “el dinero fluye hacia
mí”
O “me ama…” alguien lejano a tu realidad, por
ejemplo una figura hollywoodense!
En este caso “se mueve y llega, el amor de mi
vida”
Anexas a estas tres reglas básicas necesitas dar
GRACIAS, por lo que eres, lo que has logrado, las personas que te aman, etc.
VISUALIZAR lo que estás necesitando en tu vida.
Has una LIMPIEZA MENTAL, saca lo negativo,
elimina el “no” trabaja el SÍ!
Poner ATENCIÓN
en los detalles para crear INTENCIÓN
y de ahí a la REALIZACIÓN, hay
solo un paso.
¡¡AHORA VAMOS POR LO NUESTRO!!