Desde
muy pequeña viví en contacto con el mundo sutil, el mundo de los espíritus.
NUNCA
vi a uno de ellos enojado, preocupado o manifestando una emoción negativa.
Eran
solo luz y amor.
Me
familiaricé con este estar, en el umbral de nuestra realidad y el portal de la
otra vida.
Ellos
están, eso no hay duda al menos para mí.
No
me asustaban en lo más mínimo, fueron en cada etapa de gran ayuda.
No
he profitado para nada de este regalo. Cuando he sentido que debía transmitir
un mensaje lo he hecho.
Me
complican los funerales porque según la creencia tibetana, el alma que no es lo
mismo que el espíritu, permanece al lado de la vestimenta que les albergó a
ambas esencias: alma y espíritu; durante varios días.
En
mi humilde conclusión el alma es el deseo de vivir, el almacén de las
experiencias, el impulso vital, el arcón que contiene las emociones, los
defectos y virtudes de quien es en cuerpo el Ser.
Bien
siguiendo el hilo de mi reflexión, a veces en esas ceremonias donde se despide
al deudo, veo a la persona, camina entre sus seres queridos, trata de
comunicarse y nadie le escucha. Expresa sorpresa ¡obvio!
En
casos puntuales, se han comunicado telepáticamente conmigo y no niego que ha
sido muy fuerte.
Aprendí
a comunicarme con la luz a través de la psicografía, la música y los libros.
Más de una vez me tocó ver a un ser que no se iba porque tenía algo pendiente,
espero haberles dado lo que necesitaban.
Los
suelo ver, pero más bien los siento.
Bien,
debo también decir que como todo en la creación, existen los espíritus oscuros,
esos del bajo astral, el Universo es dicotomía, existe la polaridad en todo,
por tanto, también hay dos caras en el campo espiritual.
Esto
lo he aprendido de mis maestros sutiles, mis amigos de luz y mis estudios
durante casi toda la vida.
Esos
astrales bajos sí, son odiosos, molestos, airados, pareciera que se llevan
todas las emociones negativas con ellos.
Luego
concluyendo, hoy se ha puesto de moda la Mediumnidad, pues bien, aquí pongan
atención a:
1.-
que el espíritu que se comunica, siempre encuentra la manera para
identificarse, debe pues el canal dar, al menos, un detalle que les permita
saber que está ahí su ser querido.
2.-
que esto nos es de uso cotidiano, a veces simplemente no quieren decir nada o
no tienen nada que decir.
3.-
que ellos al no estar en una realidad espacio temporal, no dan fechas,
ubicaciones concretas o cualquier dato que solo es aplicable a este plano.
4.-
que ellos son guías de luz y amor, energías que nos rondan y ¡siguen cerca!
Hay
médiums serios, sí los hay, en la Historia han existido, y existirán sin lugar
a dudas.
Canalizadores,
sí los hay también dentro de los médiums, son los que reciben a un médico por
ejemplo. En Chile tuvimos uno, excelente, Don Jaime Galtés.