Bienvenidos

este rincón nace de mi inquietud personal de compartir lo que sé con quienes quieran seguirlo.
PES son mis iniciales y a la vez significan Percepción Extra Sensorial...¡causalidades de la vida!

lunes, 18 de julio de 2016

AMISTAD


La amistad es un tesoro!
Es una forma de Amor, que enriquece la vida de quienes la tienen en su camino.
No es difícil de sembrar ni cosechar cuando es un valor, un sistema incorporado a nuestra cotidianeidad.
Es como todo tipo de relación, de corazón a corazón, una tarea que se fortalece con un llamado, un mensaje que dice “hola ¿cómo estás””, o un “me estaba acordando de ti”, o nada más que “Hola!!”, o un “Te quiero”.
Es una rara flor  de hallar en este jardín de vanidades e indiferencias, de competitividad, de individualidades, de “falta de tiempo”.
Pero existe, decía Cicerón: “La Amistad solo  puede existir entre los buenos” (o algo así); y sí se requiere de dos almas buenas para forjar un lazo de amistad-amor filial, porque se llega a sentir hermano(a) a ese ser con quien nos une la Amistad verdadera.
La amistad no se desgasta, no envejece, no conoce de distancias, de cambios de estaciones, simplemente es.
Hay muchos que sostienen que la amistad no sobrevive a la lejanía, y nada más errado, no se deja de amar a un hermano(a) porque se ha ido lejos, y la real amistad es eso establecer lazos de hermandad elegidos, quizás debamos sentarnos a conversar por largo rato de los detalles que nos perdimos, pero el nexo está ahí ¡vivo!
Tiene un cierto toque de inmortalidad, ¿quién no recuerda a un amigo que se fue?
Se puede tener más de un(a) amigo(a), pueden ser diferentes entre sí como la noche del día pero de cada lazo forjado la calidad es la misma. Puede haber diferencias de edad, políticas, de creencias con las amistades, más nada de eso es un obstáculo para una sólida amistad.
Cuidar la amistad requiere de sinceridad, manifiesta expresión, ya sea lejos o cerca físicamente, constancia a través del tiempo, fuerza del corazón que se vuelca hacia nuestro amigo en las alegrías y en las tristezas, en las crisis y los éxitos, no hay nada que impida hacer sentir la amistad entre dos seres cuando es de buena calidad.
Una amistad es aquella en la que podemos confiar, de quien si recibimos una crítica, o debemos criticarle, sea con el más alto fin de guiar, no de denostar. Un amigo te acepta como eres y tú le aceptas como es, es esa persona a la que podemos abrir nuestro ser más íntimo, nuestro corazón a sabiendas que no habrá traición, ni habrá heridas.
Amigo es aquel que leal y sincero te comprende, te contiene, te ayuda bondadosamente, no abusa, el que ayuda a pulir algunos detalles, el que se alegra de verdad con tus éxitos, y te anima en los fracasos, el que te aclara mal entendidos, el que te tiende la mano cuando estás caído, el que te ve y puedes ver como un humano con fuerzas y debilidades!
Soy rica en amistades de ese calibre!
Pero no olvidemos que hoy en día, los medios cibernéticos nos ayudan a conocer a otro tipo de amistad, esa que surge entre dos seres que nunca se han visto y que sin embargo te da un mensaje de ánimo, ríe con tus comentarios, se ocupa cuando te lee no tan bien como siempre.
También he encontrado de esos ciber amigos, y un par se han convertidos en amigos reales!
Gracias por ser parte de mi existir, amigos del alma, de la vida y del ciber espacio!
Les quiero


La amistad es un tesoro!!

martes, 5 de julio de 2016

EL SILENCIO

 

Existe vestido de diversos ropajes:
El cómplice
El enojado
El indiferente
Y el más bello el del alma!

El cómplice se da entre dos almas que se compenetran de tal modo que las palabras sobran, se hablan las manos enlazadas, los ojos que se buscan, una expresión corporal.
Existe en el amor de pareja, en la relación parental, entre amigos de la vida.
El enojado es, como se habría dicho en mis tiempos, “amurrado” porque se pronunció una palabra demás, porque se faltó a la verdad, porque no se dio lo esperado, o simplemente porque se pensó qué…
Este es para mí una reacción infantil.
El indiferente es aquél que pega en el corazón, te hablo no pareces oír, te escribo no me respondes, te llamo no coges el teléfono. O sea…no existo para el indiferente.
Es una agresión psicológica la del silencio de esta clase. Y por dignidad debes alejarte del “mudo”

 Y vamos al que es bello, el silencio del alma, es ese que se vive con uno mismo, el que permite escuchar a tu voz interna, a los estremecimientos de tu flujo sanguíneo, a los latidos de tu corazón, a tus pensamientos secretos que son tu tesoro. 
Y te descubres hablando con tu yo superior, en un léxico que es distinto, una manera de expresar que no se puede poner en palabras porque todas serían insuficientes.
En el silencio elaboras sueños, ilusiones y trazas el camino para ir por ellos.
Muchas personas buscan en ese silencio su máxima concentración, y creo es el que se usa para meditar (cosa que confieso no me es dado hacer)
Ese silencio del alma es tu jardín oculto, es tu espacio personal.
La palabra puede mostrar mucho, pero ¿es la realidad del que habla?
Normalmente se habla regido por las normas de buenas costumbres, por lo que es correcto decir y mostrar para ser aceptado.
Luego vive tus silencios del alma y disfrútalos, aprende de ellos a reconocerte como alguien único, digno o digna de admiración, diáfano, real, total en tu esencia.
Pide, espera, que tu pareja y tú, juntos abran el cofre del tesoro del silencio, para que compartan desde su interior su real ser, sus vivencias, sus lágrimas y risas, sin interrumpirse con palabras, solo mirándose a los ojos, desde sus almas.
Hay momentos en que el silencio es la más elocuente comunicación!

Amo el silencio del alma!