Lo que Soy

A veces creo que soy parte de un sueño hecho realidad, a veces de una pesadilla de la que no puedo escapar.
Soy una serie de retazos, de acuerdos y desacuerdos, de amores y desamores, de recuerdos, de olvidos, de notas dispersas en una sinfonía inconclusa.
De adioses infinitos, de ecos de risas, de huellas de lágrimas.
Soy aquella y esta.
Soy una mujer de miles de vidas, soy una niña perdida en un marasmo de nada.
La niña del espejo que me mira desde un manzano, o correteando por cualquier lado, la que un día a los dos años arregló la maleta para irse donde su abuelita, por sentirse incomprendida por su madre. La niñita de papá a quien nadie podía tocar, esa niña me hace una morisqueta y se va!
Soy la joven alocada que rota su inocencia por algo que ya fue, se dedicó a jugar a ser mujer.
Soy la luna que persiguió a un sol, que no era para mí, en el otoño-invierno de mi vida!
Soy un gran fardo de risas y sueños!
Soy la cuerda de una guitarra que está rota, soy un fuelle de un viejo bandoneón. En ambos resuenan notas de amor que será infinito.
Soy el ave sin nido, soy las alas de todas las aves.
Soy el regazo de mi ayer, el de las mujeres que marcaron mi vida, soy el regazo de mi hijo cósmico, soy simplemente una madre amadre.
Soy la amiga de mis amigas y amigos, soy la que se sienta en una cornisa del tiempo y, revive los ayeres de juventud, el hoy de afectos y los mañanas que no alcanzo a vislumbrar.
Soy la orgullosa parte de una familia que me ha dado el refugio de la pertenencia.
Soy parte de aquella familia que no es de sangre pero, es como pepitas de oro, en el cedazo del lavado de las aguas del río que es la vida.
Soy una persona que en el umbral de los años de la "sabiduría", he aprendido a dejar fluir mi real esencia, no tolero ni acepto muchas cosas, no tengo tiempo para las acciones que no me parecen de parte de otros hacia mí, ya no hay muchas estaciones para detenerse a recoger lo que me es incomprensible.
Soy un árbol solitario, soy una loba esteparia, soy... el fin de una tragicomedia que se llama vida, soy el telón, el escenario, el espectador, el aplauso de ella.
Simplemente eso soy, simplemente YO!

Ser ÚNICA...Hija

Se dice de nosotros los hijos únicos muchas cosas, que somos egoístas, insoportables, caprichosos, retraídos, mimados, consentidos, infantiles en reacciones.
SOY Hija Única y me parece que los clichés nunca son convenientes, pues todo depende del hogar en que se es criado.
Además el carácter, la personalidad, el temperamento, las capacidades son unitarias y no colectivas, por tanto no son condicionantes para el hijo único.
Padres sobre-protectores o “colchonetas” para que no sufran o pasen por algún peligro, o padres culposos por no haber tenido más hijos o no haber podido tener más, pueden poner alguna nota discordante en los unigénitos.
También aquellos que hacen sentir a los vástagos que esperan de ellos grandes cosas llevan a un estrés al hijo causado por el anhelo de “no fallar a los padres”.
Conozco muchos hijos únicos y pocos de ellos corresponden al estereotipo “egoísta asocial” o “dramático temeroso”
No me atrevo a auto clasificarme, quienes me conocen pueden opinar mejor.
Pero sí puedo hablar de lo que yo veo como ventajas de ser hija única:
#Nunca me faltó atención de al menos uno de mis padres
#Desarrollé de pequeña la imaginación creativa y la curiosidad por aprender.
#Maduré lo suficiente pues nunca me impusieron sentir o pensar como adulto.
#Consolidé mi autoestima.
# La vida social de mis padres en mis primeros 10 años de vida, me incentivo la sociabilidad, no solo familiar.
#Me eduqué con reglas de mi madre y razonamientos de mi padre. Fui y soy libre para pensar y decidir.
#Sentido social inculcado por mis padres
#Tuve primos cercanos excelentes.
#Tías y abuelita maternas, MARAVILLOSAS!
#Elegí a mis hermanas de vida.
Para mi unigénito varón:
# Toda mi atención y la de su abuelo para él
# Reglas claras desde los dos años
#Apoyo tácito y explícito en cada situación de vida
#I ncentivarle su contacto con amigos, compartiendo en casa y en su entorno.
#Respeto a su identidad personal, auto respeto y valorización de quién era,
#Libertad de expresión
#Aprender que la vida no era fácil siempre.
# Ser mínimamente apegado a las reglas sociales.
# Palabras de amor las justas, refrendadas más por hechos concretos.
Creo que lo principal fue DEJARLO SER!

Como desventajas:
- Cuesta aprender a soportar las pérdidas.
- Para los varones hijos únicos el deber hacerse cargo de sus progenitores en los tiempos seniles.

No fui determinada por no tener hermanos, hasta hoy, a pesar de la soledad de sangre, estoy feliz de haber sido HIJA ÚNICA!
Y de mi madre tomé la firmeza de los reglamentos y de mi padre su sabiduría de guía consejero, para aplicarlo con mi propio HIJO ÚNICO, creo que fue la mezcla perfecta, sumado al plus de su inteligencia que era mucha!

Bruja o Princesa?

BRUJA por siempre!
Para ser Princesa hay que ser desvalida, hay que esperar que te ayude un hada madrina, que venga un príncipe encantado a salvarte, que puedas tener una malvada madrastra (la tuve) que te haga la vida a cuadritos.
Nunca enfrentas la realidad, no estás preparada para el infortunio, te asustan las tormentas, eres modosita y sonríes bobalicona con cada cosa que te dice el Príncipe mientras bailas un vals interminable.
No sabes de aventuras, te evitan las equivocaciones.
No sabes discutir, te cuesta opinar en contra de otros.
Siempre damita, siempre femenina!
Crees que después de casarte todo será mágico y serás feliz y comerás perdices!
¡Pobres perdices son tan bonitas e ingenuas, como la Princesa!
Vives en una torre de doradas almenas y no sabes nada de la vida.
BRUJA porque tomo mi escoba, salgo a buscar al hombre que no sea un cursi Príncipe y a veces, hasta feo como Carlos de Inglaterra, si lo encuentro paso una velada intensa con él y si se mantiene…¡genial!, si no habrá otro en el inmenso orbe.
Vivo la noche, duermo las mañanas.
Puedo salvarme sola.
Puedo ser amiga de los atardeceres y las noches sin temores, y a la luz salir fortalecida por conocerme a mí misma más de lo que nadie puede conocerme.
No le temo a los dragones ni a los monstruos, más bien ellos arrancan de mí.
Cambio el hada madrina por otras amigas brujas!
No quiero evitar el sufrimiento, desde ahí se aprende y se crece.
No quiero un hombre perfecto, cambio a un príncipe por uno del vulgo, uno que me ame como soy y no como una aleve princesa, que sea lo suficientemente inteligente como para elegir una bruja y no una zorra tampoco, quiero uno con el cuál compartir sueños, discutir temas, a veces odiarnos para luego amarnos a profundis.
O sea nada de Princesa ajena a la realidad, NO!