LA COMUNICACIÓN

En nuestro entorno hay momentos en que sentimos que la sintonía de la comunicación es muy distinta con una o con varias personas en un tema determinado. Ciertamente cada quién piensa, siente, cree, actúa o ve las cosas desde un ángulo personal y único, como único es cada individuo, aunque sea junto con otros, fans de un grupo, de un equipo, de un deporte o una creencia socio-política-religiosa! No es el centro del tema el que existan las diferencias que generan conflictos, el asunto es saber cómo tratarlo, antes que produzca un real problema y nos haga perder una persona significativa en nuestra vida. El mayor nudo es cuando se cree que se tiene la verdad absoluta y se trata de demostrar al otro participante de la discusión que está errado. Para evitar esta situación se debería tener en cuenta varias actitudes que facilitan el evitar el malentendido antes que nos lleve al quiebre: 1.- Es diferente OIR que ESCUCHAR! Escuchar no es dejar que el otro hable y hable para luego rebatirle, es ponerse en su lugar, tratar de sentir lo que siente y por qué siente así, quizás le provocó lo que yo dije o he hecho y eso hay que entenderlo, no es una competencia de la que hay que salir ganador, hay que resolver el conflicto en acción, entender que lo que siente es su verdad, independiente que yo lo crea así o no. Esa persona con la que se está discutiendo tiene derecho a expresar sus sentimientos y pensamientos acerca del tema planteado. 2.- NO a las comparaciones con hechos similares del pasado, aquello ya fue y puede despertar más enojo o dolor si no fueron resueltos, hay que focalizarse en el tema actual para llegar a una solución! 3.- NO A LA CRÍTICA DESCALIFICADORA, si no más bien habla de como sientes frente a la forma en que te está respondiendo, por ejemplo remplaza un “eres muy enojón” con un “me siento mal por la forma que me estás hablando”. Así no criticas sino manifiestas tu sentir frente a la situación. Tampoco es válido reaccionar si el otro te critica, debes mantener la calma y entender que es el otro quien ha perdido su control. Esto es difícil pero no es imposible cuando se está seguro de la propia auto evaluación. Entonces no entres en la escalada de la crítica y la agresión que finalmente agranda el problema y enfurece a ambos. 4.- RECONOCER LOS ERRORES, cuando se ha escuchado a la otra persona hay que ser capaz de decir en qué te has equivocado, nadie es dueño de la verdad ni inmune al error, no hay en un asunto de dos ni víctima ni victimario, las responsabilidades son compartidas y al ponerse en este plano lo más seguro es que la otra persona se abra a reconocer también su parte de responsabilidad, pues siente que sí fue escuchada. 5.- Confirmar lo que se ha entendido, parece de Perogrullo pero es necesario plantear lo que se ha concluido de lo expresado por el otro y luego preguntar si se está en lo correcto, esto evita dejar las cosas a medio clarificar. Luego de esto se puede plantear lo que a ti te molesta! Así se puede en conjunto buscar las posibles soluciones al conflicto. 6.- Si el punto anterior no se pudo lograr porque te viste superado y sientes enojo, pérdida de la paciencia o no puedes evitar las ganas de sacar en cara todo lo que le puedes criticar al otro, mejor emprende la retirada, explica que te vas a alejar porque no puedes seguir la discusión pues sientes que vas a explotar y tu intención es mejorar las cosas no empeorarlas. OJO!! No caigas en ese golpe bajo de “claro siempre te vas, no eres capaz de enfrentar mi verdad” o cosillas por el estilo. Retírate y tómate el tiempo para fortalecer lo que es prioritario: resolver el conflicto. Cuando la auto estima es sólida se puede reconocer los puntos débiles de uno mismo y los errores sin temor! PES