¿Quién
puede alardear de un corazón invicto?
Cada
uno de nosotros ha sentido lacerado el corazón, un amor que se termina, un amor
que traiciona, un ser amado que parte de este plano.
Esos
golpes de la vida dejan una llaga en nuestro corazón por la que parece se nos
va la vida, la razón de ser.
Pero
estamos hechos para resistir!
Porque
el amor no muere, el corazón no muere de pena, aunque nos prometemos no volver
a entregarlo de modo irrestricto, aunque nadie reemplaza al que se fue de la
vida.
Y
un día cualquiera ese músculo rojo y pujante de vida vuelve a sentir, porque no
es desechable.
Y
nos reinventamos, nos reencontramos con la emoción de amar a otro ser, cuando
la llaga ha sido de amor cicatriza, y casi sin huellas se abre como las flores
de primavera a una nueva ilusión.
Cuando
la llaga es por pérdida física, si bien es irreemplazable ese ser, encontramos
algo de paz, ¿cómo?...simple, se inventa un tapón que detiene el sangrado del
dolor y cada cierto tiempo lo sacamos y salta esa pena, se escurre por nuestros
ojos, aullamos en silencio, descargamos el vacío y…volvemos a esperar el día
del reencuentro con el que se fue.
Y volvemos
a la vida, porque así debe ser!
Nuestro
corazón es sabio, se regenera y vuelve a sentir.
Sí,
tal vez seremos más cautos en la entrega, tal vez intentaremos escapar, o solo
esperar que esta vez sea duradero el amor que nos dan, y más de una vez resulta.
El
secreto reside en confiar en la o las personas.
Bien
lo dice el poeta “puede el último amor, ser el primero”
Y
hay que pensar que soñar, ilusionarse, esperar es sano.
Siempre
existe un compañero o compañera de camino.
No
hay que encerrarse en la indiferencia hacia el sentir porque eso es engañarse
uno mismo.
El
futuro es un terreno desconocido e incierto, luego en el momento que es lo que
sí podemos vivir hay que abrirse al amor, abrir el alma y sabernos merecedores
del derecho a la felicidad.
El
miedo es uno de los grandes monstruos de nuestra mente!
Hay
que vencerlo.
Se
puede, siempre se puede.
La
vida continúa, nuestro corazón está sano y quiere volver a amar!
Apostemos
al amor!
No hay comentarios:
Publicar un comentario