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este rincón nace de mi inquietud personal de compartir lo que sé con quienes quieran seguirlo.
PES son mis iniciales y a la vez significan Percepción Extra Sensorial...¡causalidades de la vida!

sábado, 14 de junio de 2025

El Kybalion

 

Las 7 leyes herméticas

Los siete principios herméticos son los pilares de la filosofía del Kybalión: mentalismo, correspondencia, vibración, polaridad, ritmo, causa y efecto, y género. Cada uno de estos principios ofrece una perspectiva única sobre la naturaleza del universo y la experiencia humana, proporcionando herramientas para la autocomprensión y el crecimiento espiritual.

El principio del mentalismo: la mente universal

“El todo es Mente; el universo es mental”

El principio del mentalismo sostiene que la realidad es una creación de la mente universal. Todo lo que existe es una manifestación de la mente infinita, y nuestros pensamientos son fundamentales en la creación de nuestra experiencia de vida. Este concepto implica que la conciencia es la fuente de todo lo que percibimos y experimentamos, sugiriendo que el universo es esencialmente mental en su naturaleza.

Este principio también nos recuerda la responsabilidad personal en la creación de nuestras experiencias. Al comprender que nuestros pensamientos actúan como fuerzas creativas en el universo, se nos invita a cultivar pensamientos positivos y constructivos. De esta manera, podemos influir en nuestra realidad de manera consciente, promoviendo no solo nuestro bienestar personal, sino también el bienestar colectivo al reconocer la interconexión de todas las mentes en el universo.

El principio de correspondencia: la ley de analogía

“Lo de arriba es como lo de abajo. Lo de adentro es como lo de afuera”

El principio de correspondencia establece que existe una relación directa entre los diferentes planos de existencia: el físico, el mental y el espiritual. Los patrones y leyes que operan en el macrocosmos se reflejan en el microcosmos, permitiéndonos comprender mejor el universo al estudiar sus manifestaciones en diversos niveles. Esta conexión nos ayuda a entender que las leyes universales se aplican tanto a gran escala como a nuestra vida cotidiana.

Este principio nos invita a ver la armonía en todas las cosas, desde los átomos hasta las galaxias, y a reconocer cómo nuestras acciones y pensamientos internos reflejan y afectan el mundo exterior. Al comprender esta relación, podemos vivir de manera más equilibrada y en sintonía con el universo. Este entendimiento promueve el bienestar personal y colectivo, ya que nos permite ajustar nuestras percepciones y comportamientos para crear una realidad más coherente y armoniosa.

El principio de vibración: movimiento constante

“Nada está quieto, todo se mueve, todo vibra”

El principio de vibración sostiene que todo en el universo está en constante movimiento y cambio. Desde las partículas más pequeñas hasta las galaxias más grandes, todo vibra a diferentes frecuencias. Este entendimiento nos revela que la estabilidad absoluta es una ilusión y que el cambio es una constante universal, permitiéndonos adaptarnos mejor a los cambios y fluir con la vida.

Cada objeto, pensamiento y emoción tiene su propia frecuencia vibratoria, lo que implica que nuestras vibraciones personales pueden influir en nuestra realidad. Al mantener una frecuencia elevada y positiva, podemos atraer experiencias más armoniosas y satisfactorias, creando una vida equilibrada y saludable. Este principio nos enseña a ser conscientes de las energías que emitimos y recibimos, promoviendo una existencia más consciente y alineada.

El principio de polaridad: dualidad y opuestos

“Todo es doble, todo tiene dos polos, todo tiene su opuesto. Igual y desigual son la misma cosa. Los extremos se tocan. Todas las verdades son verdades a medias. Todas las paradojas pueden ser reconciliables.”

El principio de polaridad afirma que todo tiene su par de opuestos, y que estos opuestos son en realidad dos extremos de lo mismo. Este concepto nos ayuda a comprender que la dualidad es esencial para el equilibrio, y que los contrastes existen para complementarse y enriquecerse mutuamente.

Este principio nos ofrece herramientas para la transformación personal al cambiar nuestra percepción de los polos opuestos. Reconociendo que los extremos son parte de un mismo continuo, podemos trascender conflictos internos y externos, equilibrando nuestras emociones y viendo las paradojas desde una perspectiva más amplia y conciliadora.

El principio del ritmo: ciclos y mareas

“Todo sube y baja, todo tiene sus mareas, todo sube y baja, el ritmo es la compensación”

El principio del ritmo establece que todo en el universo se mueve en ciclos y fases, como las mareas del océano. Este axioma nos enseña que la vida es una serie de flujos y reflujos, y que el cambio constante es una parte natural del proceso. Reconocer estos ritmos nos permite entender que las fases de expansión y contracción son inevitables y necesarias para el crecimiento.

Este entendimiento nos ayuda a manejar mejor los altibajos de la vida, proporcionando consuelo y paciencia en momentos de adversidad. Al aceptar y alinearnos con los ciclos naturales, podemos mantener un equilibrio saludable y optimizar nuestra energía, viviendo en armonía con los ritmos del universo.

El principio de causa y efecto: ley de causalidad

“Toda causa tiene su efecto, todo efecto tiene su causa, hay muchos planos de causalidad, pero nada escapa a la Ley”

El principio de causa y efecto establece que cada acción tiene una consecuencia correspondiente, y que nada ocurre por azar. Este axioma nos enseña que todo lo que sucede es el resultado de causas previas, y que nuestras acciones actuales determinarán nuestro futuro. Comprender esta ley nos empodera para tomar decisiones conscientes y responsables.

Este entendimiento nos motiva a actuar de manera ética y considerada, sabiendo que nuestras acciones afectan no solo a nosotros mismos sino también a los demás. Al explorar los diferentes planos de causalidad, podemos alinear nuestras intenciones y pensamientos con nuestros objetivos, creando un flujo de energía positiva en nuestra vida.

El principio del género: energías masculina y femenina

“El género está en todo: todo tiene sus principios masculino y femenino, el género se manifiesta en todos los planos de la creación”

El principio del género sostiene que todas las cosas contienen dos energías fundamentales: la masculina y la femenina. Estas energías no se refieren exclusivamente al sexo físico, sino a cualidades complementarias presentes en todas las formas de vida y en todos los niveles de la realidad. La energía masculina se asocia con la acción y la lógica, mientras que la femenina se relaciona con la receptividad y la intuición.

Este principio nos invita a buscar el equilibrio entre estas dos energías en nuestra vida diaria. Al cultivar tanto la energía masculina como la femenina, podemos desarrollar una mayor armonía interna y externa, tomando decisiones más completas y efectivas. Este equilibrio nos permite vivir de manera más integrada y en sintonía con el universo.



Ley de la Entropia (tomado de la red)

 

Si no trabajamos sobre nuestros pensamientos, si no trabajamos sobre nuestros sentimientos, si no trabajamos sobre el "yo", sobre el "mí mismo", sobre el "sí mismo", se va produciendo dentro de nosotros el fenómeno de la Entropía: tienden los pensamientos a ser de naturaleza cada vez más inferior, las emociones se hacen cada vez más negativas, las voliciones poco a poco más débiles, caen en la Entropía: las áreas del cerebro se debilitan más y ya no trabajan todas las áreas del cerebro como en otros tiempos, sino unas pocas; eso lo saben los mejores médicos, los mejores hombres de ciencia, caen dentro de la Entropía. Todo tiende, pues, a involucionar de acuerdo con esa Ley de la Entropía y a la larga la Entropía conduce a la igualación de las cosas".

Si las gentes no trabajan sobre sí mismas, si no procuran pasar por una especie de Revolución Psicológica, si no modifican sus costumbres, su manera de vivir y de ser, marcharán de acuerdo con la Ley de la Entropía, involucionarán en el tiempo, y un día no habrá diferencia entre persona y persona, todos seremos terriblemente perversos. Hay una Ley que se conoce como la «Ley de la Entropía Universal». Si nosotros colocamos dos marmitas llenas de agua, una conteniendo agua caliente y otra conteniendo agua fría, y las colocamos juntas veremos un desorden involutivo (he ahí lo que es la Entropía Universal). 

Algunos piensan que conocen a todos, cuando en realidad no se conocen a sí mismos...A. Durero

Vale la pena que nos pongamos a estudiar las leyes que nos gobiernan y que muy poco conocemos de ellas, este es el caso de la Ley de la Entropía. Pareciera que se tratara de estudiar Física y que esta ley nada tiene que ver con nuestra manera de ser y actuar, más no es así. Esta ley de la entropía rige nuestra conducta también.

Bien conocido es por los estudiantes, que esta Ley actúa por ejemplo, en dos recipientes con agua, si los colocamos juntos, uno con agua caliente y el otro con agua fría, la entropía se precipita en ellos y la temperatura se iguala en los dos recipientes.

Muy similarmente, las relaciones que tenemos con los demás, hace que en la manera de ser, nos igualemos, si “fulanito de tal” es muy nervioso y nosotros convivimos muy a menudo con el, la entropía se precipita y terminamos nerviosos también; si este es corajudo y “truena y relampaguea” constantemente y lo frecuentamos mucho, terminamos –sin darnos cuenta–, “tronando” y “relampagueando” de igual forma.

De esta manera todo el mundo estamos tomando costumbres negativas como el alcoholismo, la drogadicción, el robo, le maledicencia, etc. etc.

Si en una biblioteca –por ejemplo– no existiera un principio ordenador (que en este caso es el bibliotecario) la entropía actuaría en ella y poco a poco, libro tras libro, entraría en desorden, hasta que no se pudiera encontrar  absolutamente nada. Basta que le echemos una ojeada a nuestra recamara o veamos la de alguien cercano a nosotros, (y si en algún tiempo no hay orden) como para ver cómo actúa la entropía desordenándolo todo.

Esto nos invita a pensar que debe existir dentro de nosotros un principio ordenador que nos ayude a vencer esta ley y no actuar cada vez más en forma desagradable, en forma inarmónica, que afecta la relación con nuestra pareja, con nuestros hermanos, con nuestros hijos.

Ese principio ordenador surge en nosotros cuando estamos dispuestos a establecer en sí mismos “El Sacrificio”, es obvio que nos estamos refiriendo enfáticamente, a sacrificar nuestras propias pasiones animales, nuestros deseos insanos, nuestras emociones negativas, etc.

Algo que nos pone a pensar con relación a esto, es el Dios Mitra de la mitología antigua; se le ve esculpido en varias iglesias sacrificando un toro, la sangre que emana cae en tierra y de ella brotan flores. El toro representa los elementos inhumanos que debemos sacrificar (orgullo, soberbia, ira, miedo, pereza, envidia, etc.) y al sacrificarlos vienen por si solas las virtudes del alma (flores). Esta misma idea nos la dan los sabios aztecas y mayas cuando hablan de los sacrificios, que lejos de tratarse de sacrificar prisioneros como normalmente pensamos, se aludía normalmente al sacrificio de las pasiones humanas, es decir el Auto Sacrificio.

Normalmente nosotros estamos dispuestos a sacrificar un bien cuando se trata de nuestros hijos, pero muy rara vez, estamos dispuestos a sacrificar nuestros dolores, nuestros sufrimientos, parece mentira, pero estamos aferrados a estos. Para “prueba basta un botón”, nos dice la filosofía popular, véase que a cada rato estamos contando a nuestros semejantes, “cómo hemos sufrido”, “los trabajos que nos costó ser lo que somos”, etc. estos demuestra que al relatar esto, no sentimos más importantes, más exóticos, más experimentados. Lamentablemente todo esto hace que desgastemos cantidades enormes de energía psíquica y emocional.

Si realmente buscamos ser felices en la vida y encontrar un equilibrio interior, busquemos una lucha, no contra los demás, sino contra sí mismos, contra nuestros defectos, y así seguro la encontraremos.

martes, 13 de mayo de 2025

La genealogía de la moral (1887) (tomado de la red)

 Esta obra, publicada en 1887, está escrita a modo de ensayo, apartándose con ello Nietzsche del estilo aforístico que caracteriza la mayoría de sus escritos. Fue concebido como uno de los trabajos preparatorios para la transmutación de todos los valores. Está divida en tres partes: la primera se ocupa de la distinción entre "bueno" y "malo"; la segunda analiza la génesis de la "mala conciencia" y conceptos similares; la tercera critica los ideales ascéticos y anuncia el ideal del superhombre. En el fragmento que presentamos a continuación, correspondiente a la segunda parte, nos explica la génesis de la "mala conciencia".

(...)

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Pero ¿cómo vino al mundo esa otra "cosa sombría", la consciencia de la culpa, toda la "mala conciencia"? -Y con esto volvemos a nuestros genealogistas de la moral. Dicho una vez más -¿o es que todavía no lo he dicho?-: éstos no sirven para nada. Una experiencia propia, meramente "moderna", de cinco palmos de larga; ningún conocimiento, ninguna voluntad de conocer el pasado; y menos aún un instinto histórico, una "segunda visión", necesaria justamente aquí -y, sin embargo, hacer historia de la moral: es obvio que esto tiene que abocar a resultados cuya relación con la verdad es algo más que frágil. Esos genealogistas de la moral habidos hasta ahora, ¿se han imaginado, aunque sólo sea de lejos, que, por ejemplo, el capital concepto moral "culpa" (Schuld) procede del muy material concepto "tener deudas" (Schulden) ? ¿O que la pena en cuanto compensación se ha desarrollado completamente al margen de todo presupuesto acerca de la libertad o falta de libertad de la voluntad? -y esto hasta el punto de que, más bien, se necesita siempre un alto grado de humanización para que el animal "hombre" comience a hacer aquellas distinciones, mucho más primitivas, de "intencionado", "negligente", "casual", "imputable", y, sus contrarios, y a tenerlos en cuenta al fijar la pena. Ese pensamiento ahora tan corriente y aparentemente tan natural, tan inevitable, que se ha tenido que adelantar para explicar cómo llegó a aparecer en la tierra el sentimiento de la justicia, "el reo merece la pena porque habría podido actuar de otro modo", es de hecho una forma alcanzada muy tardíamente, más aún, una forma refinada del juzgar y razonar humanos; quien la sitúa en los comienzos, yerra toscamente sobre la psicología de la humanidad más antigua. Durante el más largo tiempo de la historia humana se impusieron penas no porque al malhechor se le hiciese responsable de su acción, es decir, no bajo el presupuesto de que sólo al culpable se le deban imponer penas: -sino, más bien, a la manera como todavía ahora los padres castigan a sus hijos, por cólera de un perjuicio sufrido, la cual se desfoga sobre el causante, -pero esa cólera es mantenida dentro de unos límites y modificada por la idea de que todo perjuicio tiene en alguna parte su equivalente y puede ser realmente compensado, aunque sea con un dolor del causante del perjuicio. ¿De dónde ha sacado su fuerza esta idea antiquísima, profundamente arraigada y tal vez ya imposible de extirpar, la idea de una equivalencia entre perjuicio y dolor? Yo ya lo he adivinado: de la relación contractual entre acreedor y deudor, que es tan antigua como la existencia de "sujetos de derechos" y que, por su parte, remite a las formas básicas de compra, venta, cambio, comercio y tráfico.

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Como puede ya esperarse tras lo anteriormente señalado, el representarse esas relaciones contractuales despierta, en todo caso, múltiples sospechas y oposiciones contra la humanidad más antigua, que creó o permitió tales relaciones. Cabalmente es en éstas donde se hacen promesas; cabalmente es en éstas donde se trata de hacer una memoria a quien hace promesas; cabalmente será en ellas, es lícito sospecharlo con malicia, donde habrá un yacimiento de lo duro, de lo cruel, de lo penoso. El deudor, para infundir confianza en su promesa de restitución, para dar una garantía de la seriedad y la santidad de su promesa, para imponer dentro de sí a su conciencia la restitución como un deber, como una obligación, empeña al acreedor, en virtud de un contrato, y para el caso de que no pague, otra cosa que todavía "posee", otra cosa sobre la que todavía tiene poder, por ejemplo su cuerpo, o su mujer, o su libertad, o también su vida (o, bajo determinados presupuestos religiosos, incluso su bienaventuranza, la salvación de su alma, y, en última instancia, hasta la paz en el sepulcro; así ocurría en Egipto, donde ni siquiera en el sepulcro encontraba el cadáver del deudor reposo ante el acreedor, -de todos modos, precisamente entre los egipcios ese reposo tenía también cierta importancia). Pero muy principalmente el acreedor podía irrogar al cuerpo del deudor todo tipo de afrentas y de torturas, por ejemplo cortar de él tanto como pareciese adecuado a la magnitud de la deuda: -y basándose en este punto de vista, muy pronto y en todas partes hubo tasaciones precisas, que en parte se extendían horriblemente hasta los detalles más nimios, tasaciones, legalmente establecidas, de cada uno de los miembros y partes del cuerpo. Yo considero ya como un progreso, como prueba de una concepción jurídica más libre, más amplia en sus cálculos, más romana, el que la legislación romana de las Doce Tablas estableciese que resultaba indiferente el que los acreedores cortasen un poco más o un poco menos en tales casos, si plus minusve secuerunt, ne fraude esto [corten más o menos, no sea fraude]. Aclarémonos la lógica de toda esta forma de compensación: es bastante extraña. La equivalencia viene dada por el hecho de que, en lugar de una ventaja directamente equilibrada con el perjuicio (es decir, en lugar de una compensación en dinero, tierra, posesiones de alguna especie), al acreedor se le concede, como restitución y compensación, una especie de sentimiento de bienestar, -el sentimiento de bienestar del hombre a quien le es lícito descargar su poder, sin ningún escrúpulo, sobre un impotente, la voluptuosidad de "faire le mal pour le plaisir de le faire" [de hacer el mal por el placer de hacerlo], el goce causado por la violentación: goce que es estimado tanto más cuanto más hondo y bajo es el nivel en que el acreedor se encuentra en el orden de la sociedad, y que fácilmente puede presentársele como un sabrosísimo bocado, más aún, como gusto anticipado de un rango más alto. Por medio de la "pena" infligida al deudor, el acreedor participa de un derecho de señores: por fin llega también él una vez a experimentar el exaltador sentimiento de serle lícito despreciar y maltratar a un ser como a un "inferior" -o, al menos, en el caso de que la auténtica potestad punitiva, la aplicación de la pena, haya pasado ya a la "autoridad", el verlo despreciado y maltratado. La compensación consiste, pues, en una remisión y en un derecho a la crueldad.

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En esta esfera, es decir, en el derecho de las obligaciones es donde tiene su hogar nativo el mundo de los conceptos morales "culpa" (Schuld), "conciencia", "deber", "santidad del deber", -su comienzo, al igual que el comienzo de todas las cosas grandes en la tierra, ha estado salpicado profunda y largamente con sangre. ¿Y no sería lícito añadir que, en el fondo, aquel mundo no ha vuelto a perder nunca del todo un cierto olor a sangre y a tortura? (ni siquiera en el viejo Kant: el imperativo categórico huele a crueldad... ) Ha sido también aquí donde por vez primera se forjó aquel siniestro y tal vez ya indisociable engranaje de las ideas "culpa y sufrimiento". Preguntemos una vez más: ¿en qué medida puede ser el sufrimiento una compensación de "deudas"? En la medida en que hacer-sufrir produce bienestar en sumo grado, en la medida en que el perjudicado cambiaba el daño, así como el desplacer que éste le producía, por un extraordinario contra-goce: el hacer-sufrir, -una auténtica fiesta, algo que, como hemos dicho, era tanto más estimado cuanto más contradecía al rango y a la posición social del acreedor. Esto lo hemos dicho como una suposición: pues, prescindiendo de que resulta penoso, es difícil llegar a ver el fondo de tales cosas subterráneas; y quien aquí introduce toscamente el concepto de "venganza", más que facilitarse la visión, se la ha ocultado y oscurecido (-la venganza misma, en efecto, remite cabalmente al mismo problema: "¿cómo puede ser una satisfacción el hacer sufrir?"). Repugna, me parece, a la delicadeza y más aún a la tartufería de los mansos animales domésticos (quiero decir, de los hombres modernos, quiero decir, de nosotros) el representarse con toda energía que la crueldad constituye en alto grado la gran alegría festiva de la humanidad más antigua, e incluso se halla añadida como ingrediente a casi todas sus alegrías; el imaginarse que por otro lado su imperiosa necesidad de crueldad se presenta como algo muy ingenuo, muy inocente, y que aquella humanidad establece por principio que precisamente la "maldad desinteresada" (o, para decirlo con Spinoza, la sympathia malevolens [simpatía malévola]) es una propiedad normal del hombre-: ¡y, por tanto, algo a lo que la conciencia dice sí de todo corazón! Un ojo más penetrante podría acaso percibir, aun ahora, bastantes cosas de esa antiquísima y hondísima alegría festiva del hombre; en Más allá del bien y del mal, págs. 117 y ss. (aforismo 197 y ss.), y ya antes en Aurora, págs. 17, 68, 102 (aforismos 18, 77 y 113), yo he apuntado, con dedo cauteloso, hacia la espiritualización y "divinización" siempre crecientes de la crueldad, que atraviesan la historia entera de la cultura superior (y tomadas en un importante sentido incluso la constituyen). En todo caso, no hace aún tanto tiempo que no se sabía imaginar bodas principescas ni fiestas populares de gran estilo en que no hubiese ejecuciones, suplicios, o, por ejemplo, un auto de fe, y tampoco una casa noble en que no hubiese seres sobre los que poder descargar sin escrúpulos la propia maldad y las chanzas crueles (-recuérdese, por ejemplo, a Don Quijote en la corte de la duquesa: hoy leemos el Don Quijote entero con un amargo sabor en la boca, casi con una tortura, pero a su autor y a los contemporáneos del mismo les pareceríamos con ello muy extraños, muy oscuros, -con la mejor conciencia ellos lo leían como el más divertido de los libros y se reían con él casi hasta morir). Ver sufrir produce bienestar; hacer sufrir, más bienestar todavía -ésta es una tesis dura, pero es un axioma antiguo, poderoso, humano-demasiado humano, que, por lo demás, acaso suscribirían ya los monos; pues se cuenta que, en la invención de extrañas crueldades, anuncian ya en gran medida al hombre y, por así decirlo, lo "preludian". Sin crueldad no hay fiesta: así lo enseña la más antigua, la más larga historia del hombre - ¡y también en la pena hay muchos elementos festivos!-

F. W. Nietzsche, "La genealogía de la moral", Alianza Editorial, Madrid, 1972 (Según la versión de Andrés Sánchez Pascual)

 

Infidelidad y perdón

 

No hace mucho vi una imagen que planteaba si se perdonaría una infidelidad de la pareja.

Pienso que es un tema muy personal y de variadas aristas.

No hay que olvidar que es muy importante cuánto tiempo llevas en la relación pues, quieran o no, el amor si cae en la rutina del paso de los años se va gastando con la convivencia, los sueños que ya se lograron, el ímpetu de la pasión en cualquier momento.

Por tanto si tu relación es de larga data hay que hacer un balance y dar tiempo al tiempo.

Obvio superar un engaño no es fácil en ninguna etapa de la relación, pero antes de tirar todo por la borda es necesario conversar sin ira, ver si hay suficiente amor todavía que se traduce en dos elementos básicos de tal emoción: confianza mutua y comunicación abierta y franca.

Perdonar es una palabra que no me agrada, ¿quién es dios para aseverar que nunca se equivocará?

Pero cuando se trata de superar una infidelidad, se debe estar preparado(a) para hacer borrón y cuenta nueva, volver a ese punto donde nos conocimos y empezamos de cero, sin que importe el pasado del otro.

Hay personas que no saben olvidar y se consumen en los celos y las inseguridades, y una y otra vez sientan a la mesa, meten en la cama al tercer factor discordante, o cual halcones están al acecho. O peor aún tienden a pagar con la misma moneda del engaño Si es el caso, es mejor decir adiós para siempre.

Pero en un amor sólido, pasado el momento de ira, de desahogo en el medio (arma de dos filos esta última) se sientan a conversar con su pareja, analizan en qué fallaron los dos, porque no se trata de lavarse las manos, algo empujó al otro hacia ver lo que estaba fuera, y desde ahí volver a comprometerse si ven que el amor fuera de un rasmillón está vivo y potente.

Muy importante es no escuchar a los que opinan desde fuera, se dice que de buenas intenciones está empedrado el camino al infierno. ¡Cerrar la mente y los oídos a estas influencias externas que no sienten como ustedes siente!

EL AMOR EN LA FILOSOFÍA (tomado de la red)

El primer filósofo que utilizó la idea del amor con un sentido metafísico fue Empédocles, quien consideraba el amor y la lucha como principios opuestos de unión y separación de los elementos del universo.

Pero fue con Platón que el amor tuvo un significado tan central y complejo que lo llevó a describir, clasificar y referirse a él en todas sus obras.

En “El Sofista” lo considera un modo de caza y en “Fedro” una locura, un poderoso dios.

En “Leyes”, Platón dice que puede haber tres clases de amor: el del cuerpo, el del alma y la mezcla de ambos; y que en general el amor puede ser legítimo o bueno e ilegítimo o malo.

El amor malo no es el del cuerpo sino el que se siente cuando no importa el alma ni la luz que producen las ideas en el cuerpo.

El cuerpo debe amar con el alma. El amante puede ver en el cuerpo el reflejo del alma de su amado, valores que no pueden ver los que no aman.

El amor para Platón siempre es amor a algo y es un fluctuar entre el tener y el no tener.

El amante aspira hacia lo amado y el acto de amor engendra en la belleza.

El amor a las cosas o a las personas singulares es un reflejo del amor a la belleza absoluta, o sea a la idea en sí de lo bello (Banquete)

El amor verdadero y puro permite que el alma pueda contemplar lo ideal y eterno.

Plotino nos dice que el amor es del alma a la inteligencia y hace que la realidad perciba su fuente (Enéadas).

En el Cristianismo el amor adquiere singular importancia. San Clemente, por ejemplo, de la Escuela de Alejandría, al igual que otros pensadores de esa época, parece haber reducido lo divino, todo ser y la perfección al amor.

San Agustín considera como un amor personal (divino y humano) a la caridad, que siempre es buena, en cambio el amor puede ser bueno o malo, salvo el amor a Dios que siempre es un bien.

El amor al prójimo es bueno cuando es por amor a Dios y malo cuando es una tendencia solamente humana.

Para Sigmund Freud, el amor es el instinto de vida(eros), las pulsiones de conservación y sexuales que se oponen al instinto de muerte (tánatos), pulsiones de destrucción, la tendencia a regresar al estado inorgánico e inanimado.

Freud descubrió en el mito de Narciso, que fue condenado a enamorarse de su propia imagen reflejada en las aguas de un estanque, por haber rechazado el amor de Eco; la formulación clásica del amor y el culto a sí mismo, el placer de la propia interioridad que hace que una persona se encierre en el egocentrismo y en la indiferencia hacia los demás y de lo cual es necesario salir para poder tener una vida plena.

Para Sartre, la emoción es una manera de ser de la conciencia, una función irrealizante, irracional, que forma parte de lo mágico.

El otro, con su mirada, nos define, nos cosifica, nos quita la libertad; y el entendimiento humano es imposible.

Bertrand Russell piensa que la verdadera felicidad solo se consigue saliendo de uno mismo, abandonando el ego y solidarizándose con los demás; teniendo intereses que sean lo más amplios posibles y relaciones basadas en la amistad y no en la hostilidad.

Sólo cuando se sale de sí mismo y la preocupación se centra en los otros es cuando se comienza a entender que es posible perpetuarse a través de las influencias y las obras realizadas, el amor hacia los hijos, la ayuda a los amigos, las obras de arte, las acciones solidarias y todo lo que se realiza por amor a los demás.

Para Ortega y Gasset el amor hacia alguien en particular nace de lo más profundo de la personalidad anímica, es la preferencia más íntima y arcana que forma parte del carácter individual.

La belleza que atrae es raro que coincida con la belleza que enamora, porque no suele transformarse en interés verdadero y amoroso entusiasmo; se la puede admirar pero no se la ama.

CURSO DE NEUROLINGÜISTICA (tomado de la red)

 

EJERCICIOS.-

Fondo Blanco. -

Usualmente, al aumentar el brillo de una imagen aumentamos su intensidad. Este ejercicio de programación neurolingüística puede parecer contrario a lo que has aprendido hasta ahora, pero funciona sorprendentemente bien. Usualmente, al aumentar el brillo se incrementa la intensidad, pero en este caso va a suceder lo contrario.

1.    Piensa en algo que te haga sentir incómodo. Tal vez hay algo que en este momento tienes en tu mente y no puede dejar ir, que produce un sentimiento negativo, como por ejemplo un momento que te avergüenza o un instante que te recuerda la falta de habilidad que tienes en un área específica, especialmente cuando quieres ser bueno en ese aspecto.

2.    Fija esa imagen claramente en tu mente.

3.    Aumenta el brillo muy rápidamente hasta que la imagen se vuelva completamente blanca.

4.    Tomate un momento y piensa en algo completamente diferente (rompe tu estado).

5.    Piensa de nuevo en la memoria y repite los pasos anteriores 5 veces (subir el brillo y romper el estado).

6.    Una vez que hagas esto 5 veces, piensa de nuevo en tu recuerdo a ver qué pasa.

 

¿Qué Pasó Aquí?

Usualmente pasa una de dos cosas, o bien la imagen se torna blanca por sí misma, o no puedes visualizarla claramente.

Al repetir este proceso una y otra vez le estás diciendo a tu cerebro lo que quieres que haga, y al terminar cada intento con una imagen totalmente blanca, a tu cerebro se le hace muy difícil revertir el proceso.

La pausa entre cada intento es importante, ya que asegura que no estás creando una secuencia en la que tu cerebro sólo crea la imagen y aumenta el brillo, una y otra vez.

¿Qué pasa si la imagen te continúa incomodando?

Entonces, ¿qué haces si todavía te sientes mal por la imagen?

Bueno, en primer lugar, trata de repetir el proceso unas cuantas veces más.

Trata de realizar este ejercicio de programacion neurolinguistica más rápido.

Trata de añadir un efecto de sonido – escuchar un “whoosh” o “zoooom” mientras ves cómo la imagen se pone blanca puede ayudar enormemente.

Recomendaciones

Puedes tener la tentación de probar un submodalidad diferente, pero en realidad es probable que no funcione, porque estamos aumentando el efecto y no disminuyéndolo. En esencia, estamos tomando ventaja del hecho de que el cambio de brillo en cualquiera de los extremos hace que la imagen sea imposible de ver.

Este efecto se puede lograr utilizando únicamente las submodalidades, pero a muchas personas se les facilita el uso de este ejercicio de programación neurolingüística, ya que trabaja específicamente la submodalidad de brillo. Al final, todo se reduce a tus preferencias personales.

¡Vete, ya no te quiero ver!

Es similar a la técnica del fondo blanco, y es buena idea que experimentes con estos dos ejercicios para que averigües cuál te resulta más efectivo.

Si quieres entender por qué estos ejercicios son efectivos, te recomendamos leer el curso de neurolingüística. Esto hará que entiendas mejor como controlar tus emociones con este ejercicio, lo cual aumentará la efectividad del mismo.

1.    Ahora, recuerda alguna memoria que te haga sentir mal, o que no puedas sacarte de la mente.

2.    Observa cómo la imagen anterior tiene un lugar en el espacio. ¿Esta imagen está directamente enfrente de ti? ¿Está a la derecha o a la izquierda?

3.    Ahora intenta mover la imagen hacia ti ligeramente, y luego colócala en su posición original. ¿Has notado que puedes cambiar la posición de la imagen?

4.    Ahora imagina que enfrente de ti hay una resortera (honda o tirachinas) gigante. Pon la imagen incómoda en ella.

5.    Tira hacia atrás y siente la tensión del elástico de la reportera a medida que la extiendes, y suéltalo con un fuerte sonido.

6.    Ahora mira cómo la imagen sale disparada por los aires hasta que sólo es un punto en la distancia.

7.    Piensa en otra cosa por un momento, como lo último que comiste, y luego piensa en la memoria incómoda de nuevo. ¿Está en su posición original o se ha movido?

8.    Si continúa en su posición original, saca tu resortera de nuevo y lánzala de nuevo. Continúa siendo esto hasta que esa memoria no te afecte, y cuando pienses en ella solamente puedas ver un punto en la distancia.

Una variación de este ejercicio es imaginar un bote de basura, arrugar este recuerdo incómodo como un pedazo de papel, y luego tirarlo en el bote de basura mientras escuchas el sonido al golpear el fondo.

Este tipo de ejercicios PNL reprograman tu mente, así que cuando intentas pensar en esa memoria incómoda, tu cerebro automáticamente recordará la resortera o el bote de basura. Por esa razón, es importante que este ejercicio se repita hasta que no puedas visualizar el recuerdo original.

Patrón de Chasquido.-

El patrón de chasquido es un ejercicio de PNL que resulta excelente para reemplazar una imagen mental o representación negativa con una positiva. Por ejemplo, tener pereza al pensar en hacer ejercicio, estudiar, etc.

El patrón de chasquido suele ser el primer ejercicio de PNL que la gente aprende, ya que resulta ser fácil, es una buena introducción a las submodalidades PNL, y es una muy buena manera de demostrar la eficacia de la programación neurolingüística.

Así que piensa en un aspecto de tu vida en donde no eres tan positivo o no te sientes tan motivado como te gustaría estar, y fíjate en la representación mental que haces. Tal vez cada vez que piensas en ir a correr imaginas quedarte sin aliento y sientes que la experiencia es un martirio. El patrón de chasquido es excelente para resolver los problemas de motivación.

Ahora haz una imagen de cómo te gustaría experimentar ese evento.

Por ejemplo, el problema es que quieres hacer ejercicio, pero cada vez que piensas en ir al gimnasio te imaginas a las personas atléticas que te miran con desdén o que te da pereza sudar. Seguramente no tendrías ganas de ir al gimnasio.

El cambio sería imaginar que te sientes lleno de energía, andas con una postura impecable, y la gente admira todo el esfuerzo que estás haciendo para mejorar, ya que todos están ahí por la misma razón. Recuerda que ésta es tu representación, así que hazla lo más motivante posible.

El Pequeño Punto que se Expande

Ahora, cuando te sientas feliz con tu representación, haz una pausa por un momento y piensa en la imagen negativa original y coloca un pequeño punto en el centro o en una de sus esquinas.

Este pequeño punto es una copia muy pequeña de la imagen positiva.

Ahora, muy rápidamente y con un sonido de chasquido o “whooz”, expande el punto hasta que llene toda la imagen negativa reemplazándola con la imagen positiva. Ahora, esta imagen positiva debe ser la única que estés viendo.

Haz una pausa y luego vuelve a la primera imagen negativa. Continúa haciendo este cambio hasta que puedas realizarlo sin esfuerzo, teniendo el cuidado de imaginar primero el punto y luego expandirlo rápidamente con un sonido.

Midiendo los Resultados

Una vez que realices este ejercicio de PNL unas 5 o 6 veces (haciendo una pausa entre cada intento) tomate un momento para pensar en algo totalmente diferente.  Luego, vuelvo a pensar en esa tarea que te daba pereza o costaba llevar a cabo.

¿Qué imagen te viene a la mente? Deberías sentirte motivado a realizar esa actividad. Si no es así, te recomendamos leas la lección 2 del curso de neurolinguistica acerca de las submodalidades,y vuelvas a intentar este ejercicio de PNL. Para que este ejercicio sea efectivo, la imagen positiva debe ser igualmente o más poderosa que la negativa. Estudiar las submodalidades te ayudará a lograr esto.

El patrón de chasquido puede ser usado para reemplazar cualquier pensamiento negativo con uno más positivo. Como con muchas técnicas de PNL, la clave está en la velocidad con la que realizas el cambio (expandir la imagen rápidamente con un sonido)

Deje de Postergar sus Actividades!

El propósito de este ejercicio de motivación PNL es que puedas motivarte a realizar una acción o comportamiento que has estado postergando.

·       Para este ejercicio de motivacion PNL vamos a llenar las listas de submodalidades en las tablas de abajo.

·       En primer lugar, completa la columna izquierda con actividades que logras completar sin esfuerzo.

·       Luego, llena la columna derecha con la actividad en la que quieres sentirte motivado pero no estás logrando completar con éxito.

·       Básicamente, estás creando una lista para saber cuáles submodalidades tienen diferencias entre ellas.

Primero vamos a ver las diferencias visuales:

Submodalidad

Imagen Motivadora

Imagen Desmotivadora

Brillo

Posición

Color

Enfoque

Tamaño

Distancia

Movimiento

Encuadre

Asociación

 

Ahora las diferencias auditivas:

Submodalidad

Imagen Motivadora

Imagen Desmotivadora

Volumen

Ritmo

Dirección

 

Así que ahora debes tener una lista de las diferencias entre las dos representaciones. El siguiente paso en este ejercicio de motivación PNL es resolver estas diferencias, lo cual es esencial para sentirse motivado.

Volviendo a la imagen desmotivante, toma cada una de los diferentes submodalidades, una a la vez, cambiándola para que coincida con la submodalidad en la imagen motivante. Por ejemplo, si tu imagen motivante es una imagen en movimiento de ti leyendo, y la imagen desmotivante es una imagen fija de ti haciendo una tarea o sentado en el trabajo, agrégale movimiento a esa imagen desmotivante para cambiar su efecto sobre ti.

Observa cómo este cambio te hace sentir, a continuación, cámbialo de nuevo.

Ve a través de cada submodalidad, una por una, hasta que hayas cambiado todas las imágenes desmotivantes.

Una vez que sepas cuál submodalidad te motiva más para realizar la actividad desmotivante, visualiza la imagen desmotivante original y haz el ajuste de submodalidad (por ejemplo, verla con movimiento). Piensa en otra cosa totalmente distinta, y entonces imagina el ajuste de nuevo. Sigue haciendo este ajuste hasta que el cambio se dé automáticamente cuando imaginas el evento.

Una vez que hayas terminado esta parte del ejercicio de motivación PNL, tomate unos minutos para descansar y luego piensa en la actividad motivante. Observa cómo te sientes ahora. La imagen desmotivante debe sentirse igual o muy parecida a la motivante. Si no es así, vuelve a realizar este ejercicio de motivación PNL hasta que lo logres.

 

Fobias y temores

 

Deje sus miedos atrás

En primer lugar, piensa en la situación u objeto que te causa miedo, y con atención a la representación mental que creas.

Por ejemplo, si tienes una fobia a las arañas, imagina una araña corriendo por la alfombra en tu dirección.

Si tienes una fobia a volar, imagina estar en un avión que está cayendo en picada.

Una vez que seas totalmente consciente de la representación, es decir, que el simple hecho de imaginar la escena te cause ansiedad, toma la película y redúcela hasta que tenga el tamaño de un televisor promedio, luego transformarla en blanco y negro, y continúa mirándola hasta que llegues a la última escena.

Por ejemplo, en el caso de la araña verías cómo se sube a tus pies, en el caso del avión sentirías cómo choca contra el suelo.

Sentado en la Sala de Cine

Ahora toma esta imagen en blanco y negro, y en tu mente colócala en una pantalla de cine y mírala desde tu propio punto de vista, como si fueras un miembro de la audiencia en una sala de cine vacía.

En ese momento, flota fuera de tu cuerpo hasta que te veas a ti mismo sentado en la sala de cine vacía. Ahora que estás observando observar el cuadro final de la película.

Retrocediendo la Pelicula

Ahora lo más rápidamente posible, corre la película hacia atrás desde el último cuadro hasta el inicio, pero viendo el evento entero yendo hacia atrás, como cuando rebobinas una película.

Por ejemplo, en el caso de la araña verías cómo camina hacia atrás alejándose de ti.

Una vez hecho esto, la pantalla volverá a la imagen final (sin correr la película hacia adelante), y vuelve a correr la película de nuevo rápidamente hacia atrás.

Haz esto varias veces. Debería ser más fácil y más rápido con cada intento.

Recomendaciones

Para qué este ejercicio PNL para fobias sea efectivo, necesitas retroceder la película muy rápidamente, no más de unos pocos segundos, y debes incrementar la velocidad con cada intento.

Debe seguir repitiendo este ejercicio hasta que logres pensar en la situación u objeto y ya no te cause ansiedad. Esperamos que este ejercicio PNL para fobias que haya sido de utilidad. Compártelo si conoces a alguna persona que también puede estar sufriendo de una fobia.

Eliminar Pensamientos Obsesivos

En este ejercicio PNL vamos aprender como eliminar pensamientos obsesivos. Si te da por comer en exceso, fumas demasiado, o simplemente quieres controlar un hábito incómodo, entonces este ejercicio será de gran beneficio.

Te recomendamos leer las lecciones acerca de
 manipulación de la memoria y submodalidades para que puedas realizar correctamente este ejercicio que se enfoca en eliminar pensamientos obsesivos.

Imagina en tu mente algo que te es difícil evitar, como por ejemplo los cigarrillos, pasteles, chocolates o cualquier otro objeto u acción.

Ahora observa en qué lugar del espacio se encuentra esa imagen. ¿Está en frente tuyo o a un lado? ¿Qué tan lejos está? ¿Qué tan grande es la imagen?

Ahora usa las tablas de abajo y aplica cada una de las submodalidades a tu pensamiento obsesivo. Por ejemplo, en la primera submodalidad de brillo vas aumentar el brillo de la imagen y anotarás si este incita tu sentimiento obsesivo. Vas a ir por cada una de las submodalidades haciendo el cambio hasta que te des cuenta cual submodalidad tiene el mayor efecto sobre tu pensamiento obsesivo.

Primero vamos a ver las diferencias visuales:

Submodalidad

No Obsesiva

Obsesiva

Brillo

Posición

Color

Enfoque

Tamaño

Distancia

Movimiento

Encuadre

Asociación

Ahora las diferencias auditivas:

Submodalidad

No Obsesiva

Obsesiva

Volumen

Ritmo

Dirección

Entendiendo el Ejercicio

Ahora bien, en la mayoría de las técnicas de PNL se busca reducir el impacto de las imágenes mentales, haciendo la imagen más pequeña o alejándola. En el caso de los pensamientos compulsivos esto trabaja de otra manera. En realidad, funciona exactamente de la manera opuesta.

Si descubriste que el tamaño de la imagen incita el elemento compulsivo, es decir, el sentimiento obsesivo es más grande conforme se agranda la imagen, en este ejercicio PNL para eliminar pensamientos obsesivos vamos a continuar haciendo que la imagen sea cada vez más grande. Es importante que agrandes la imagen con mucha rapidez hasta que se vuelva tan grande que la compulsión deje de tener efecto sobre ti.

En este ejercicio para eliminar pensamientos obsesivos, estás intentando hacer que la representación mental se convierta en algo completamente ridículo, hasta el punto que termine por desintegrarse. En otras palabras, la imagen llega a ser tan extrema que resulta poco realista y no puede tener el mismo impacto que tenía antes.

Por ejemplo, si tienes un pensamiento obsesivo con los pasteles hay que hacer que la imagen se vuelva tan grande hasta el punto que te sientas lleno.

Obviamente, si encuentras que alguna de las otras submodalidades tiene mayor efecto sobre ti debes trabajar sobre ella, aunque para la mayoría de la gente las submodalidad de tamaño, distancia o brillo suelen ser las que tienen el mayor efecto

Para terminar este ejercicio que busca eliminar pensamientos obsesivos, repita los pasos varias veces, teniendo el cuidado de tomar un descanso entre cada repetición. Es sumamente importante que el cambio se realice muy rápido (agrandar la imagen sumamente rápido en lugar de hacerlo gradualmente)

El objetivo de este ejercicio para eliminar pensamientos obsesivos es que cuando pienses en el objeto o acción que te causa la compulsión, la imagen cambiará automáticamente (en este caso, se hará más grande), y ya no sufrirás más de esa obsesión. Si conoces a personas que sufren de pensamientos obsesivos, comparte este ejercicio con ellos.